Frédérick Leboyer nos cuenta quién es Shantala en su libro: Shantala. Un arte tradicional, el masaje de los niños.
Shantala era una mujer que tenía dos hijos y llegó a una casa de acogida, Seva Sangha Sariti, cerca de Calcuta. Un día, Leboyer la vio sentada en el suelo dándole un masaje a su bebé. Era como un ritual revestido de una gran dignidad, como un ballet, muy justo en el ritmo y de gran lentitud. Había tanta ternura…comenta Leboyer.
Le pidió permiso para mirar, observar y aprender.
El masaje de bebés es un arte tan antiguo como profundo. Simple pero difícil. No es solo aprender la técnica, es amar, observar al bebé, escuchar, transmitir. Es entender su tiempo, observar lo que nos transmite y darle lo que necesita, a su ritmo, con la presión justa, donde lo necesita. Es estar atenta y abierta. La presión va cambiando a medida que conocemos al bebé y él conoce lo que hacemos con él.
Es un lenguaje tónico donde la comunicación es un toma y daca y debemos de estar atentos a lo que el bebé nos dice en cada momento. Os recomiendo leer la poesía de Shantala que tengo publicada en este blog. Refleja muy bien y de una forma poética la importancia del masaje en los bebés.
El masaje Shantala es la técnica básica que utilizamos en nuestros grupos.